Yo no quiero morir. Es imposible
que yo pueda morir mientras la vida
siga viva en jilgueros y caballos.
Si yo siento la vida deliciosa
como un río de abejas -en febrero,
locas de sol- por las profundas venas.
Si yo tengo mi voz en la garganta,
mi voz plena de nombre, abarcando
el contorno y la esencia de las cosas.
Antonio Esteban Aguero, "El Pregón"
Qué hermosura este poema, tan leve, tan nítido, tan hondo
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